Mientras algunas empresas ya se aprestan a crecer de la mano de la internacionalización, otras temen ser excluidas en el nuevo escenario.
Después del desfile mediático de los pánzer accionarios y ejecutivos de Falabella y D&S explicando los alcances de su sonada megafusión empezaron los análisis sobre las repercusiones de este matrimonio.
Las miradas apuntan a los proveedores, de quienes se podría suponer cierto grado de recelo a una mayor concentración del mercado. Sin embargo, a poco más de una semana de anunciarse la fusión, no hay una señal de alerta clara entre los abastecedores, y algunos comienzan a evaluar las oportunidades de negocios que se les abren con el nuevo conglomerado.
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